Software de gestión de proyectos basado en roles
El futuro del trabajo (en Proyectos)
April 27, 2023

Los project managers siempre han valorado positivamente aquellas herramientas que les ahorraban tiempo y les ayudaban a ser mejores profesionales. Desde las típicas plantillas para iniciar un proyecto, hacer seguimientos, gestionar riesgos, solicitar cambios, etc., hasta herramientas más sofisticadas para proyectar la capacidad de los recursos, simular escenarios de fechas y costes, calcular la probabilidad de terminar a tiempo y por debajo del presupuesto, etc., siempre se ha asumido que los buenos profesionales incorporaban este tipo de hard-skills. Por ejemplo, en muchas entrevistas de trabajo, se preguntaba sobre el dominio de Microsoft Project, y no era bien visto el candidato que usaba Excel para programar y controlar las fechas.
El trabajo actual en proyectos ha cambiado. Los requisitos no suelen estar claros y el alcance hay que elaborarlo progresivamente con los interesados. No es tan importante controlar los cambios, el tiempo y el coste, como entregar el valor y cumplir los objetivos del negocio. Los jefes necesitan tomar decisiones informadas en tiempo real, anticipándose mientras todavía hay opciones para corregir el desempeño, pero no tienen tiempo para leer documentos extensos sobre decenas o incluso centenares de proyectos en ejecución. No es eficaz centralizar la gestión en una persona: la gestión ha de ser colaborativa porque las soluciones suelen llegar del interesado más inadvertido.
En la actualidad, los project managers aumentan su productividad mediante el uso de herramientas para ser más efectivos en tres ámbitos: el personal, el del equipo y el de la organización. A medida que subimos desde el entorno personal al organizativo, van siendo menos importantes las habilidades duras, y más importantes las habilidades de comunicación, interpersonales, o blandas, también denominadas soft-skills, o power skills. En esta sociedad digital hiperconectada, todas estas habilidades, ya sean duras o blandas, se potencian con la tecnología. Aplicar la tecnología en los proyectos es cada día más importante. Los project managers no seremos sustituidos por la inteligencia artificial, pero el project manager que domine las herramientas sustituirá a quien no las domine.
Si eres project manager profesional, no te sustituirá una IA, pero es probable que te sustituya otro profesional que domine la tecnología mejor que tú.
El pasado mes de marzo, Microsoft presentó 365 Copilot, la nueva versión de Microsoft Office sobre GPT-4, con la promesa de que revolucionará el trabajo del conocimiento. Podremos pedirle a Word que redacte un documento, a PowerPoint que prepare una presentación, a Excel que analice unas cifras, a Outlook que responda correos, a Teams que resuma las decisiones tomadas en la reunión, etc., teniendo en cuenta el contexto del trabajador concreto dentro de la organización, las políticas corporativas, la confidencialidad de la información, etc.
En la economía de proyectos, las organizaciones se están «proyectizando». Cada día hay más proyectos en los que las decisiones han de tomarse rápidamente, a partir de la involucración descentralizada de un gran número de personas que participan activamente, generando, compartiendo o accediendo a mucha información, desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar, en cualquier momento. Podemos prever que asistiremos a una especie de socialización de la gestión de proyectos, y a la consiguiente proliferación de enormes cantidades de datos en la nube relacionados con los proyectos, llegando a los niveles requeridos por la IA.
¿Cómo trabajarán los equipos de proyectos en un mundo con IA? Soñar es gratis. Imaginemos…
Aplicando la IA aplicada a un proyecto
Imaginemos cómo podría funcionar un sistema PPM apoyado por sistemas de IA en el caso de la gestión de un proyecto:- Los project managers hablan con un chatbot para iniciar nuevos proyectos, pendientes de aprobación, que hace preguntas para documentar los criterios de éxito, dependencias con otros proyectos, personas con acceso, etc. La IA calcula la prioridad del proyecto dentro de la business unit, del programa o del portafolio.
- Los program managers y los porftolio managers usan las recomendaciones de la IA para aprobar conjuntos de proyectos que optimizan el valor agregado.
- Una IA recomienda al project manager más capacitado y disponible para dirigir el proyecto.
- Su trabajo de planificación es muy efectivo: La IA le propone listas de requisitos, paquetes de trabajo, entregables, duraciones, hitos, team members, recursos materiales, costes, etc. A partir de la información de proyectos similares, la IA inicializa los registros de interesados, riesgos, supuestos, etc.
- La IA preconfigura las herramientas software para el trabajo del equipo, teniendo en cuenta los niveles de seguridad.
- La IA fomenta que el equipo de gestión del proyecto registre los datos de desempeño del trabajo, a medida que los eventos van sucediendo. También actualiza las lecciones aprendidas y otra información relevante para la gestión del conocimiento.
- La IA facilita la elaboración de los informes de estado del proyecto. El project manager dialoga con un chatbot para evaluar el desempeño y decidir acciones preventivas y correctoras.
- Los interesados conocen la situación del proyecto en tiempo real. Aportan comentarios, retroalimentación sobre paquetes de trabajo y sobre team members, y solicitan cambios fácilmente. La IA optimiza la comunicación con los interesados. Se asegura de que ciertas comunicaciones críticas se reciben en tiempo y forma por las personas adecuadas, ahorrando comunicaciones innecesarias.
- La IA mide continuamente la entrega de valor a partir del grado de satisfacción de los interesados con el proyecto, en qué medida el proyecto cumple sus expectativas, etc.
- La IA es capaz de evaluar la involucración de los interesados (desconocedor, reticente, neutral, partidario, líder) y propone alternativas al project manager para optimizar la involucración.
- La IA ayuda en la monitorización y el control de los riesgos, cambios, replanificación de recursos, etc.
- La IA sirve como coach del project manager. Con el historial de desempeño en otros proyectos, puede evaluar áreas de mejora y dar seguimiento al cumplimiento de objetivos en la carrera profesional.
- En las relaciones con los contratistas, la IA vigila que se cumplen las obligaciones contractuales de cada una de las partes. Interacciona con smart contracts para ordenar pagos.
Aplicando la IA a muchos proyectos
Imaginemos cómo podría funcionar un sistema PPM apoyado por sistemas de IA en el caso de la gestión de un megaproyecto:- Una herramienta permite gestionar cientos de proyectos agrupados en business units. Cada usuario solo accede a la información a la que tiene permiso.
- La mayoría de los proyectos (predictivos, ágiles o híbridos) se agrupan en programas y portafolios. Un programa puede pertenecer a uno o varios portafolios. Los programas y los portafolios pueden pertenecer a una o varias business units.
- Las organizaciones contratistas usan el mismo sistema PPM para gestionar sus proyectos, programas y portafolios.
- Hay un project manager profesional, orientado a la entrega de valor, responsable de cada proyecto, un program manager profesional responsable de entregar los beneficios en cada programa y un portfolio manager profesional responsable de cumplir la estrategia de cada portafolio.
- A lo largo de los años que dura el megaproyecto, cientos de personas acceden con el rol de team member, y muchas más con el rol de interesado.
- Los team members imputan horas y gastos, pero también comunican desde su móvil comentarios, posibles riesgos, etc. Usan herramientas colaborativas para gestionar sus tareas y comunicaciones.
- Los interesados pueden supervisar la información de seguimiento, también pueden comunicar comentarios al project manager, solicitar cambios, dar retroalimentación sobre partes del proyecto o sobre los miembros del equipo, etc.
- La herramienta automatiza en gran medida el análisis cuantitativo, la generación de informes de desempeño, calidad y cumplimiento, etc. Es capaz de responder a preguntas del tipo: ¿Qué probabilidad hay de que un proyecto concreto termine en fecha? ¿Cuál es el valor de este entregable? ¿Qué proyectos deberían replanificarse? ¿Qué equipos deberían reestructurarse? ¿Qué contratistas deberían sustituirse?